Un manto terrestre inquieto bajo Alaska

El manto bajo Alaska se mueve de 20 a 30 veces más rápido que la corteza – invirtiendo el orden habitual de las placas tectónicas.

Es la idea principal de un reciente estudio hecho por geológos de la Universidad de California y presentado este mes en la revista Nature.  La sorpresa se la llevaron cuando estudiaban un nuevo modelo 3D de la zona de subducción en Alaska.

Así que en lugar de ser arrastrada como una losa de la corteza que es empujada bajo otra, el manto de roca sólida roca está girando alrededor de la losa en hundimiento como el agua alrededor de un remo sumergido en un arroyo. Un poco extraña la idea, no?

Un modelo generado por computador muestra las roca del manto de Alaska girando en remolino alrededor de la losa hundida de la corteza (en gris). Imagen: Margarete Jadamec

Lo que los modelos predicen son flujos de hasta 90 centímetros por año en todo el fragmento de corteza descendente. Las velocidades más típicas y «normales» de las placas, oscilan entre 1 y 10 centímetros por año.

Según Magali Billen, una de las coautoras del estudio:

En la escala de tiempo de la tectónica de placas, esta velocidad es escandalosamente rápida. El remolino del manto alrededor de la losa en hundimiento podría tener implicaciones en los grandes terremotos y tsunamis que esta zona de subducción es capaz de generar. Parte de la energía generada a partir de la colisión de placas y que es en parte ventilada por los terremotos, podría ser transferida directo al manto.

El modelo también podría ayudar a determinar si un pedazo de corteza está a punto de caer en el manto y detener el proceso de subducción. Esto, a su vez, podría ayudar a explicar por qué las zonas de subducción empiezan y luego se detienen en distintos lugares

El modelo incorpora lo último en evidencias propias de la zona de subducción de Alaska con anisotropía sísmica, que explota las propiedades sísmicas especiales del mineral olivino en el manto para detectar la dirección de las rocas que están fluyendo en el manto.

Otras piezas sísmicas del puzzle computacional de  la subducción incluyen la forma de la losa que ahora está siendo empujada hacia el manto y la viscosidad del manto. Se necesitarían millones de años para que la losa descienda completamente, así que a lo mejor estos modelos permiten estudiar de alguna manera el comportamiento de la losa, que es algo que no podríamos ver nunca.

Imagen satelital de Google Earth que muestra la zona de subducción en Alaska.